TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES
¿QUÉ PODEMOS CONSIDERAR “TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES”?
Podemos considerar la terapia asistida con animales como la colaboración con animales como perros o caballos (equinoterapia) para un fin terapéutico.
Cada una de las sesiones que se lleven a cabo deben estar dirigidas, normalmente, por profesionales de la salud con una formación adecuada para cada función. Se establecerán unos objetivos a alcanzar y unas pautas específicas para cada intervención.
Son muchos objetivos que se pueden establecer con esta terapia, los principales van dirigidos a aumentar las habilidades de comunicación, mejorar la autonomía y autoestima, estimular la motricidad al cepillarlos o acariciarlos, potenciar las habilidades sociales y emocionales como la empatía, aumentar el sentido de la responsabilidad…
Actualmente encontramos un gran número de estudios que avalan los beneficios de este tipo de terapia. Tanto enfermos de Alzheimer, pacientes con SIDA, personas con Trastorno del Espectro Autista, pacientes con depresión o personas mayores que están se encuentran solas o internas en residencias, se benefician de las ventajas de este tipo de terapia.
Ya sabemos que hay un gran número de personas que pueden beneficiarse de este tipo de terapia, pero… ¿En qué casos puede estar indicada?
En niños:
- Algunos tipos de déficit motor
- Discapacidad intelectual
- Menores con necesidades educativas especiales
- Niños con Déficit de atención con o sin hiperactividad. (TDA, TDAH)
- Niños con trastornos conductuales o problemas de comportamiento
- Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Menores con problemas de autoestima o autoconcepto
- Adolescentes con ansiedad, estrés o depresión
En el caso de personas adultas, principalmente se utiliza en:
- Adultos que sufren estrés, ansiedad o depresión
- Personas que sufren algún tipo de demencia o daño cerebral.
- Adultos con Discapacidad motora o intelectual
- Personas internas en centros de atención
- Personas con enfermedades cardiovasculares
- Veteranos con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?
Beneficios a nivel psicológico:
- Mejora de la comunicación y el lenguaje
- Mantenimiento y mejora funciones ejecutivas (planificación, secuenciación, memoria, organización…)
- Aumento de la atención y la concentración, ya que la mascota se convierte en el principal centro de interés. El hecho de que el niño desconozca cómo va a reaccionar la mascota puede provocar una mejora de sus niveles de atención.
- Mantenimiento y mejora de las AVD (Actividades de la vida diaria)
- Aumento del estado de ánimo. Los animales generalmente suelen aportar alegría cuando nos relacionamos con ellos.
- Mejora de las habilidades sociales: el vínculo que se establece entre el niño y la mascota contribuye a la mejora de sus relaciones, además de la responsabilidad que supone cuando le hacemos que se encargue de sus cuidados.
- Mejora la autoestima y la autoconfianza.
- Aumento del autocontrol.
- Disminuye el sentimiento de soledad y aislamiento.
- Aumento de la empatía.
- Creación de vínculos: la presencia de un perro puede influir de forma positiva en la comunicación y la cohesión entre los miembros de un grupo.
Beneficios motores:
- Mejora las habilidades físicas y destrezas motoras (coordinación, equilibro, motricidad fina y gruesa…)
- Disminuye el estrés y excitación.
- Disminuye la presión arterial y frecuencia cardíaca, favoreciendo así la relajación.
Beneficios educativos
- Mejora las habilidades sociales (empatía, respeto, comunicación, etc.) Disminución de la impulsividad, mejora de la autodisciplina y del respeto por las normas sociales: Un niño que debe cumplir turnos dentro de un grupo para acariciar o peinar a la mascota o que tenga que seguir unos pasos para hacerlo, mejora el seguimiento de normas, o las autoinstrucciones cuando trata de enseñar algo al perro.
- Ayuda a entender la importancia de la colaboración, el compromiso y el trabajo en equipo.