La vuelta a la rutina en septiembre: Consejos para hacer el proceso más llevadero
Septiembre ya está aquí, con él, la vuelta a la rutina, y aunque esperamos que lo estéis llevando genial, os dejamos un artículo que puede ser muy útil para las personas a las que se les está haciendo cuesta arriba.
Después de unas merecidas vacaciones, muchas personas experimentan una montaña rusa de emociones al retomar el trabajo y las responsabilidades diarias. Es completamente normal que este proceso cueste un poco, especialmente si hay niños en casa.
Sin embargo, la vuelta a la rutina también puede ser una excelente oportunidad para replantear hábitos y lograr un equilibrio saludable entre las obligaciones y el tiempo personal.
A continuación, te ofrecemos 5 pautas clave que te ayudarán a hacer esta transición más llevadera:
1. No te exijas demasiado desde el primer día
Es natural sentirse desorientado en los primeros días. No intentes hacer todo de golpe. Lo ideal es priorizar las tareas más importantes o urgentes y, poco a poco, recuperar el ritmo habitual.
2. Mantén parte del espíritu vacacional
Aunque ya no estés en la playa o en la montaña, puedes mantener actividades que te relajaron durante las vacaciones. Si disfrutaste leyendo o paseando, incorpora esos momentos a tu día a día. Esto te permitirá llevar contigo esa sensación de bienestar y calma incluso en medio de la rutina.
3. Establece rutinas saludables
La vuelta a la rutina es un buen momento para adoptar hábitos saludables. Organiza tu tiempo para incluir ejercicio físico, una alimentación equilibrada y un descanso adecuado. Estos tres pilares son clave para mejorar tu bienestar.
4. Dedica tiempo a ti mismo
No olvides que tu bienestar personal es tan importante como tus responsabilidades. Reserva tiempo para ti, aunque solo sea unos minutos al día. Practicar meditación, salir a caminar o simplemente desconectar de las pantallas puede ayudarte a relajarte y recargar energías.
5. Sé paciente contigo mismo
La adaptación a la rutina puede llevar tiempo. Es normal sentir frustración si no te sientes al 100% desde el primer día. Sé amable contigo mismo y ajusta poco a poco tu rutina hasta encontrar el equilibrio que te haga sentir bien y satisfecho con tu día a día.
La clave está en la planificación y el autocuidado
La vuelta a la rutina no tiene que ser estresante. Con una planificación adecuada y prácticas de autocuidado, puedes hacer de esta transición un proceso positivo. Tómate tu tiempo, sé paciente y cuídate.
Leer más¿QUÉ HAGO SI MI HIJO TIENE MIEDO?
- Muéstrate afectivo tanto con las palabras que uses, como con tus propios gestos, algo beneficioso es agacharse para ponerse a su altura, el niño se sentirá más seguro y es una buena forma para crear un vínculo en el que se sienta protegido.
- Intenta que el niño exprese cada una de sus emociones. Dale confianza para que sienta confianza para contarlo y valida esas emociones. Es importante recordarle que todos sentimos miedo, que es algo útil en ciertos casos y que puede enfrentarse a ello ya que no hay ningún peligro.
- Ayúdale a darle sentido a ese miedo, en la medida que sea posible, explícale en qué consiste su miedo o para que sirve en este caso, siempre adaptando el lenguaje a su edad y nivel cognitivo.
- Intenta normalizar lo máximo posible la situación, sin quitarle importancia, para el niño el sufrimiento es real.
- Es importante que se haga una exposición al miedo, siempre poco a poco, por lo que es imprescindible reforzar positivamente los intentos que tenga, aunque no llegue a conseguirlo del todo.
- Las emociones que vivimos los adultos se proyectan a nuestros hijos en un gran número de situaciones. Si crees que es capaz de superar su miedo se lo vas a transmitir y lo que es más importante, a través de la empatía “ej. Es difícil, pero estoy seguro de que lo vas a conseguir”.
- Evita usar frases de que le hagan sentir presionado como “ya eres mayor” “esto para ti no es nada”
- Acompáñale siempre que sea posible en la exposición, aunque el objetivo final sea que lo haga de forma independiente.
- Utiliza la autorrevelación, cuéntale a tu hijo que miedos tenías a su edad con más edad. Eres su imagen a seguir por lo que serás el ejemplo perfecto de que puede superarse y se sentirá entendido.